«A faithful work should be free from punishment or censorship: surrealism is my blank canvas, my carte blanche. The subconscious is not a traitor but a path, a connection. My paintings are its sharp image, canvases traversed by my days and places.»

«Una obra fidedigna debe estar libre de castigo o censura: el surrealismo es mi carta blanca, mi salvoconducto. El subconsciente no es traidor sino camino, conexión. Mis pinturas son su imagen aguda, lienzos transitados por mis días y lugares.»

WHO IS ERICA LOHRMANN?

[SPANISH VERSION BELOW]

At an age when the lives of children are a playground, Érica Lohrmann had already experienced an odyssey that took her from her native Argentina to the United States, then to the Caribbean, Italy, Greece, Yugoslavia, Austria, Spain, Paraguay, Brazil... Very early on, her character was formed, and her creative and entrepreneurial personality began to manifest. At the age of 11, she won a first prize in a school drawing competition, and at 15, she became a student of the famous Argentine pop art vanguardist, Edgardo Giménez. Érica stood out and caught the attention of Giménez, who became her mentor. By the age of 16, she was already working for him on small projects while learning techniques and styles. The master was demanding, but the disciple showed that a stable professional bond could exist between them. Thus, in the following years, Érica participated in the authorship of many of the works of the brilliant artist.

After concluding her stage with Edgardo Giménez at the age of 23, Érica had to move forward in a hostile environment against the backdrop of successive crises in Argentina. It was a time of fighting for her family, during which she undertook various business ventures. Throughout this period, her artistic creation was reduced but constant. Only years later, back in Spain, in Seville, the city that witnessed her first school prize and where she began to intensely explore her art, Érica experienced a turning point. From that moment on, she devoted herself entirely to painting, and this decision led her to travel once again. While observing the Ukrainian Carpathian Mountains, she had a very fruitful creative stage, and today, back in Spain, in Madrid, she continues to produce and exhibit her paintings.

A la edad en que la vida de los infantes es un patio de juegos, Érica Lohrmann ya había experimentado una odisea que la lleva desde su Argentina natal a Estados Unidos, después el Caribe, Italia, Grecia, Yugoslavia, Austria, España, Paraguay, Brasil... Muy pronto su carácter está entero y su personalidad se manifiesta creativa y emprendedora. A los 11 años gana un primer premio escolar de dibujo y a los 15 se convierte en alumna del famoso vanguardista del arte pop argentino Edgardo Giménez. Érica sobresale y llama la atención de Giménez, que se convierte en su mentor. A los 16 años ya está trabajando para él en pequeños trabajos mientras aprende técnicas y estilos. El maestro es exigente pero la discípula le demuestra que puede existir un vínculo profesional estable entre ambos. Así en los siguientes años Érica participa en la autoría de muchas de las obras del genial artista.

Después de concluir su etapa con Edgardo Giménez con 23 años, Érica debe salir adelante en un entorno hostil con el trasfondo de las sucesivas crisis en Argentina. Vienen tiempos de luchar por la familia durante los cuales emprende varios negocios. A lo largo de esta etapa su creación pictórica es reducida pero constante. Solo años después, de nuevo en España, en Sevilla, la ciudad que vio su primer premio escolar y donde empezó a experimentar intensamente su arte, Érica vive un punto de ruptura. A partir de ese momento se dedica por entero a la pintura y esa decisión la lleva de nuevo a viajar. Observando los Cárpatos ucranianos tiene una etapa creativa muy fructífera y hoy, de nuevo en España, en Madrid, continúa produciendo y exponiendo sus cuadros.